Querida Familia:
Hace rato que vengo hablándoles de los proyectos pedagógicos en los que me estoy involucrando cada vez más… y algunas veces les ha tocado recibirme en sus casas cuando he debido viajar a cursos en Santiago para poder aprender un poco más de esos temas….
Tengo muy claro que estoy “empezando a navegar en aguas desconocidas” y así como Colón en su época, tenía claridad sobre la redondez de la Tierra (como muchos de sus contemporáneos)… pero el grueso de la población pensaba que la cosa era distinta…. Así me he venido sintiendo hace mucho rato y hoy me encuentro en franca confusión (y tal vez rechazo) al sistema educacional establecido…. Siento y me duele profundamente ser parte de un sistema en el que ayudo a:
- Estresar a los niños,
- Clasificarlos de Excelentes o mediocres, según lo que la inteligencia lógico matemática establecen.
- Mutilar su creatividad, y esa capacidad innata que traemos todos al nacer….
Y recuerdo muchas cosas que pude compartir y vivir cuando niña…. Y veo que indistintamente de lo perfecta o no, que pudo haber sido la enseñanza que nuestros padres nos entregaron… hubo elementos importantes que no nos quitaron y fue: ¡¡¡¡ la posibilidad de jugar con la naturaleza y crear!!!!! Ya sea a la Eu cuando hacía figuras con los colores y formas de la comida (sandía y ensaladas, específicamente) o las interminables construcciones del Paulo en su pieza que nos impedían caminar por ella… Así también las casas en los árboles o simplemente con chal y sillas…. O las obras de teatro durante las vacaciones… PODÍAMOS CREAR…. Y cuando en el colegio tenía la posibilidad de hacer algo era realmente bueno…
Hoy me enfrento a que mi experiencia en salas no es tan grande (sólo 14 años) y otros 4 (por las clases con adultos, en mis últimos años de U)… pero desde un principio sentía que lo que el Ministerio pedía enseñar no iba acorde con la edad de desarrollo del niño… y no me convencían sus explicaciones sobre “si ven esto ahora, mañana será más fácil desarrollarlo” (forzarlos hoy para que lo consigan mañana)…. Por el contrario, me veía “lidiando” con alumnos que no deseaban trabajar esos temas, pues NO LOGRAN ENTENDER UN TEXTO ILUSTRADO… ¿qué podía hacer?... fui buscando diferentes formas de enseñar… y algunas resultaban mejor que otras, pero era mucho el tiempo que debía dedicar y yo me quedaba “sin vida y totalmente exhausta”…. ¿cómo conjugar entonces ambas situaciones?... Por otro lado, cada año llegan más alumnos con TDA (Trastorno de Déficit Atencional) que necesitan UNA CLASE Y EVALUACIÓN DIFERENTES… ¿qué nos está pasando como sociedad? ¿Por qué nuestros niños se sienten “enfermos” por tener que ir al colegio? (tengo alumnos de 11-14 años con ataque de colón, stress, depresión, ansiedad y hasta con úlceras!!!)…
Me sentía incómoda con mi trabajo, sentía que hacía cosas por cumplir metas…. Y no trabajaba en una fábrica, menos en una empresa… trabajo con NIÑOS, que son lo más sagrado de toda sociedad… ¿por qué tenía que ser parte de su atrofiamiento? Comencé a desarrollar un trabajo diferente, y me fui quedando en un ciclo que es muy complejo, pero sentía que ahí debía estar (5° a 8°)… Saqué la Pedagogía Básica…. Y adquirí metodologías de 1° a 4° para poder utilizarlas en el ciclo en el que me encuentro…. Pero ahí me enfrenté a que habían ciertas reglas que debía cumplir (en torno a las evaluaciones) y los niños deben ser capaces de responder test, alternativas, etc., aún cuando no manejen el vocabulario (de su idioma materno) para comprender las preguntas que se les hacían… y me pasaba las pruebas enteras resolviendo dudas del español, más que de historia… con todo el nerviosismo (y menoscabo) que esto generaba en ellos…. Resolví entonces generar pruebas de aplicación, que se enfocaran en las habilidades que el niño debe desarrollar más que en los contenidos… y se me cuestionó que las pruebas no exigían lo suficiente ( a pesar de ir subiendo en los famosos ranking nacionales)… mientras que en su desarrollo yo los veía coloraditos y muy concentrados utilizando mapas y atlas para poder resolver los problemas que les presentaba… APLICANDO!!!!
En eso llegó a mi vida Eduardo y junto con él, la Antroposofía… que trae de la mano a la Pedagogía Waldorf… comencé a observarla con mucho recelo. Eduardo me acompañó al primer encuentro de Educación que asistí (Limache) y sentí que ese podía ser un camino para educar al niño desde lo que él siente y es, sin restarle su niñez… seguí avanzando en este camino y he ido descubriendo otras opciones pedagógicas (además de que cada vez hay más papás que se lamentan por lo que viven sus hijos: largas jornadas, llegan a hacer tareas, terminan rendidos y no pueden jugar!!!!)…
En definitiva tengo la convicción de que este sistema educativo actual está cumpliendo su ciclo (tomó mucha fuerza con Napoleón y sigue vigente!!!), por eso los invito a que se sienten a mirar la siguiente película… sé que es larga, yo la vi en tres tandas… pero me gustaría ver a mis sobrinas y sobrinos con una educación de este tipo… yo he podido ver a egresados de colegios Waldorf y han ido a la Universidad sin problemas igual que cualquier otra persona… la gran diferencia es que:
- Fueron felices en el colegio.
- Disfrutan aprendiendo (pues valoran el aprendizaje como algo bueno para ellos, y no por la nota)
- Son creativos, colaborativos, etc.
Bueno, no los aburro más, un abrazo y que disfruten de esta mirada de la educación.
Un abrazo,
Alecita
La Educación Prohibida película-documental